Triángulo mortal (Giulio Questi, 1968) : Don´t go in the Blog!

viernes, 19 de octubre de 2007

Triángulo mortal (Giulio Questi, 1968)


“La verdad es que la gente no conoce el pollo, debemos combatir esta ignorancia y el pollo debe de llegar a todas las familias”




Pues bien, el director Giulio Questi ha puesto un huevo, un giallo experimental como pocos, comenzamos con la imagen de un enorme embrión de pollo transgénico. Somos testigos de esta gestación, ¿Y el resultado de este experimento? Criatura pop de los 60, sin alas, sin cabeza, pero vestida de una viva selección cromática.



El montaje y el guión son esquivos, la música difícil, hay que alabar la audacia del film, aunque no siempre se acierte. Bella fotografía, el título se decanta más del lado del puro esteticismo que del contenido, en ocasiones resultando hasta kitsch. La narrativa desorienta y manipula al espectador, por ejemplo, el asesinato de una puta resulta no ser tal cosa: Marco disfruta atando y simulando que se carga a furcias en una habitación alquilada a tal efecto, y con el único fin de obtener placer sexual. Si las putas se fían de él, nosotros en principio, también.



El triángulo económico-sentimental tiene 3 vértices: Marco, Anna y Gabri. Anna (Gina Lollobrigida) es la rica dueña de la granja de pollos, Marco (Jean Louis Trintignant) es su pareja pero Gabri (Ewa Aulin) se ha instalado a vivir con ellos y algo más. Marco y Gabri son dependientes de la economía de Anna, todos ellos viven del pollo. La factoría ha sido recientemente modernizada, se ha despedido a la plantilla, se ha generado gran odio entre los trabajadores, volverán.


Un violento flashback da paso a una bucólica conversación en la hierba: Marco pide a Gabri largarse juntos y empezar de cero, Gabri no lo ve factible, se rompería el triángulo, le contesta mientras arranca con la boca plantas del campo: “¿Y qué vamos a comer, flores?”.


Para Anna una puta hace las veces de psicoanalista, realiza revelaciones a sus clientes. La burguesía ha perdido el rumbo: conspiraciones industriales, fetichismo sadomaso, triangulación, droga, … la clase obrera no es necesaria para producir pollos malformados, sólo para consumirlos.



El dinero es el móvil de todos los personajes, hay que abaratar costes, el numerito con los pollos experimentales es para verlo, engordados en pocas horas sin alimento, pueden llegar al consumidor en un día!
A Marco, como adelantaba antes, le va el rollo sadomaso, pero encuentra esta nueva producción de pollos aberrante, parece ser el único que opina así. ¿En cualquier caso, y quién es él para opinar sobre corrupción moral? Aquí no se salva nadie.

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